Puente calificó la recolección de piedras chatas y bolas de los litorales de las playas de estas comunidades como algo “escandaloso”, que se realiza con el auspicio de las autoridades de Medio Ambiente. Dijo que las playas están siendo saqueadas por grandes comerciantes, que utilizan a niños y adultos residentes en estas empobrecidas localidades del sur, para que las recojan y luego adquirirlas para exportarlas y comercializarlas en el país.
Denunció que a pesar de que Medio Ambiente autorizó a los recolectores a sacar una cantidad determinada de piedras, los comerciantes sacan hasta 40 patanas uno o dos días a la semana. Explicó que la falta de este material podría causar daños irreparables a las playas, y podría extender hacia afuera las aguas del mar.
En tanto, Heredia sugirió a las autoridades de Medio Ambiente que realicen un estudio para determinar el impacto negativo que puede tener esta práctica para el ecosistema.
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