La agricultura, el agua para el consumo humano, la energía eléctrica,
el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap), los asentamientos
humanos y el turismo son los sectores que corren más riesgo en el país a
consecuencia del cambio climático.
República Dominicana, a causa
de que es un país insular, está expuesta a sufrir los efectos previstos
del cambio climático y estos rubros son considerados como prioritarios,
ya que están sujetos a daños graves que deben ser tratados con carácter
de urgencia.
Así lo plantea el estudio “Programa de Protección
Ambiental” realizado por el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral
(IDDI) con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (Usaid) y The Nature Conservancy (TNC).
En
el informe que fue presentado a LISTÍN DIARIO por la coordinadora del
proyecto del IDDI, Evaydee Pérez y la investigadora científica Michela
Izzo, se justifica que el 60% de la población dominicana, de unos 10
millones de individuos, está concentrado en zonas urbanas en continua
expansión y en su mayoría ubicadas en áreas costeras o en zonas de
elevado riesgo de recibir los efectos de eventos meteorológicos
extremos.
Según los resultados, el país está predestinado a los
ciclones tropicales, eventos meteorológicos que se distinguen por la
abundancia e intensidad de las precipitaciones y por los vientos y
oleajes fuertes, explicaron.
Pérez e Isso manifestaron que el
estudio arrojó que las provincias más vulnerables del país, con niveles
de alto a muy alto, se encuentran Pedernales, Barohuco, San Pedro de
Macorís, Barahona, Elías Piña, El Seibo y Santo Domingo.
Dijeron que a estas le siguen La Altagracia, San Pedro de Macorís, Monte Plata, Peravia. Monte Cristi y Valverde.
Indicaron
que las provincias con menos vulnerabilidad, pero se les debe prestar
atención, son Samaná, Duarte, La Vega y San José de Ocoa.
Destacaron
que en el rubro de la agricultura se espera, sino se toman medidas
necesarias, una sequía en las provincias de Elías Piña, Independencia,
Pedernales y El Seibo, esto a causa de la baja capacidad de adaptación,
tanto en términos de desarrollo humano de las poblacione, la carencia de
sistema y la amplia difusión de cultivos en pendiente elevada.
Además,
señalaron que la agricultura está propensa a inundaciones en las áreas
ocupadas alrededor del Yaque del Norte y Sur, el Yuna y el Ozama y en
las provincias Monte Cristi, Valverde, San Juan, Barahona, Bahoruco,
Duarte, Azua, Peravia, Monte Plata y María Trinidad Sánchez.
Enfatizaron
que a causa de los altos porcentajes de que sus poblaciones no cuentan
con acceso a suministro de agua potable dentro de sus viviendas y a las
debilidades del sistema de acueductos que no tienen calidad, las
provincias de Barahona, Peravia, San Pedro de Macorís, La Romana, El
Seibo y el Distrito Nacional se pueden ver con dificultad en el consumo
de agua.
Mientras, explicaron que las provincias Santiago,
Valverde, Bahoruco, Azua, Barahona y Peravia, son las más propensas al
cambio climático y presentan un nivel de vulnerabilidad de alta a muy
alta por los asentamientos humanos que allí conviven.
A estas comunidades les sigue Puerto Plata, La Vega, Espaillat, La Altagracia, Monte Plata y Santo Domingo, indicaron.
Energía
Pérez
e Isso explicaron que un porcentaje reducido de abastecimiento de
fuentes de energía renovable, número reducido de horas con electricidad y
altos consumos energéticos provocaran que Santo Domingo, el Distrito
Nacional, Santiago, San Cristóbal, Monte Plata, San Pedro de Macorís y
Monseñor Nouel sean sensibles a los efectos del cambio climático.
Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP)
Manifestaron
que un factor influyente en la caracterización de sensibilidad al
cambio climático, según el estudio, es el porcentaje de áreas protegidas
con actividades antrópicas, al cual se suma la proporción reducida de
superficie protegida con gestión compartida.
Indicaron que las
comunidades con más altos niveles de vulnerabilidad se encuentran
ubicadas en diferentes zonas del país, principalmente en la costa, tales
como: Montecristi y Valverde en el noroeste, Hermanas Mirabal en el
norte. Pedernales y Barahona en el suroeste y La Altagracia en el Este.
RECOMENDACIONES Y POSIBLES SOLUCIONES
La
coordinadora del proyecto del IDDI, Evaydee Pérez y la investigadora
científica Michela Izzo, explicaron el primer paso para prevenir los
posibles desastres ante un cambio climático es mejorar el sistema
educativo nacional, elevando el nivel cultural y la conciencia de las
personas.
Se debe preferir soluciones locales basadas en la
participación de grupos comunitarios así como la descentralización tanto
de la producción como de los consumos y servicios.
Indicaron que
es indispensable fomentar modelos económicos alternativos, donde la
reducción de los consumos no sea considerada un elemento de crisis del
sistema productivo y social.
Señalaron que también es importante implementar acciones enfocadas en la reducción de causas de degradación del suelo.
Fuente: Listin Diario 23/08/12
0 comentarios:
Publicar un comentario