La ley de Protección Animal y Tenencia Responsable, que prohíbe el
uso de animales para el arrastre de carretas u otros vehículos empleados
en la venta de productos comestibles, es sin duda una gran conquista de
la sociedad dominicana, pues ofrece amparo a seres vivientes víctimas
de la crueldad humana, pero comerciantes y sectores sociales cuestionan
que la pieza no contemple soluciones para más de 1,500 familias que
dependen de los caballos carreteros.
2007: Proyecto de organización, capacitación y capitalización de los vendedores
El presidente de la
Asociación de Vendedores de Productos Agropecuarios del Mercado Nuevo
(Los Caballitos), Gabriel Pimentel, señaló que en 2007 fue creado un
proyecto de organización, capacitación y capitalización de los miembros
de la asociación para sustituir las carretas por camionetas.
El
proyecto fue formulado con la asesoría de Aníbal Frank Fernández, actual
encargado de Formulación de Proyectos del Ayuntamiento de Santo Domingo
Norte, e integraba al Consejo Nacional de Promoción y Apoyo de la
Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Promipyme), Misión Taiwán y Ministerio
de Interior y Policía, así como la Dirección General de Tránsito
Terrestre, el Ayuntamiento del Distrito Nacional y el Ministerio de
Salud Pública.
Pimentel explicó que la iniciativa buscaba el
financiamiento de las camionetas a través de Promipyme en un plazo de
pago de cuatro años con cuotas diarias de RD$200, es decir un total de
RD$192,000 por vehículo, que serían cobradas por el ayuntamiento, que
además serviría de garante.
El proyecto se quedó en la etapa de
organización gremial, con la solicitud de certificación de la asociación
al Ministerio de Industria y Comercio en junio de 2007, y de
capacitación, en una jornada de seis meses que incluyó cursos de gestión
administrativa, relaciones humanas, controles internos y servicio al
cliente con la coordinación de Promipyme y Misión Taiwán. Sin embargo,
el financiamiento de los vehículos no fue concretado porque según
explicó Fernández, se determinó que las más de 300 carretas no
pertenecían a los vendedores sino que estaban concentradas en manos de
unos pocos microempresarios que las alquilan por día.
El director
de Comunicaciones y Relaciones Públicas del Ayuntamiento del Distrito
Nacional, José Miguel Carrión, dijo que ese organismo no tiene la
responsabilidad de intervenir en el financiamiento de las camionetas
porque es de conocimiento de todos que el uso de caballos para la carga
es una práctica inadecuada.
El ejecutivo citó que durante la
administración del síndico Johnny Ventura el ayuntamiento fungió como
garante en la compra de guaguas que fueron entregadas a la Federación
Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano), asumiendo una deuda
de casi RD$1,000 millones que tuvo que pagar, y sostuvo que el cabildo
no está dispuesto a asumir ese riesgo una vez más.
Controversia
Carrión
precisó que antes de que se aprobara la Ley de Protección Animal y
Tenencia Responsable el ayuntamiento trató de eliminar el uso de
caballos para carga, pero no pudo continuar porque no contaba con un
instrumento legal que le permitiera tomar medidas, sino que se
realizaban jornadas de supervisión e incautación de caballos maltratados
a través de la Dirección de Defensoría y Uso del Espacio Público.
Algunos
carreteros o “caballitos”, como se llaman entre ellos, coinciden en que
esa entidad les incauta los caballos, las carretas y la mercancía, e
incluso han denunciado actitudes violentas de los agentes ante la
resistencia de los comerciantes al despojo de las viandas para la venta.
“Imagínese
que uno pida un préstamo diario para surtirse y que le incauten la
carreta. Se pierde la mercancía y hay que pagar el préstamo”, expresó el
comerciante Efraín Jiménez, ante la realidad de que los vendedores
solicitan diariamente crédito informal de entre $5,000 y RD$15,000, a
una tasa de hasta 5%, y algunos pagan RD$400 por el alquiler del caballo
y la carreta.
El funcionario del ayuntamiento asegura que las
bestias incautadas son entregadas a entidades protectoras de animales y
denunció que gran parte de los caballos utilizados para venta de
productos agropecuarios han sido robados de fincas y propiedades
privadas.
Sin embargo, Pimentel sostiene que la Asociación Los
Caballitos exige certificados de propiedad a sus miembros y, no obtante,
han comprado de terceras manos los mismos caballos que les fueron
incautados.
“Reconocemos que en la calle puede haber caballos robados, pero no son de miembros de la asociación”, aseguró el dirigente.
El
padre Rogelio Cruz, quien ha estado apoyando los reclamos de los
comerciantes, manifestó su oposición al maltrato de cualquier tipo a un
animal, pero enfatizó que “los propietarios de los caballos hicieron una
inversión al comprar el animal y viven de ese trabajo injusto, por lo
que lo idóneo no es emitir una ley prohibitiva sino buscar una solución
viable que los involucre”.
El presidente del Comité Dominicano de
los Derechos Humanos, Virgilio Almánzar, consideró que la legislación
debió tomar en cuenta las necesidades de los comerciantes y contemplar
una alternativa que les permita continuar con sus ventas sin los
caballos.
Dijo que el ayuntamiento tiene la responsabilidad de
negociar una solución para los vendedores antes de prohibir el uso de
los caballos, aunque aclaró que no está de acuerdo con esa práctica que
atenta contra los animales.
Los vendedores reconocen el maltrato de los caballos
José Miguel Carrión destacó que la circulación de carretas tiradas por
caballos no solo representa un tema de sensibilidad, por el maltrato que
reciben los animales, sino de peligrosidad en el tránsito.
Asimismo, resaltó que el Ayuntamiento del Distrito Nacional ha estado
inmerso en la creación de la ruta turística de Santo Domingo y sostuvo
que cuando esta comience a operar los caballos no podrán desplazarse en
el casco urbano.
Esa situación se presenta además en Santiago de
los Caballeros y otras ciudades del país, ante el reclamo de la
población y de las instituciones de protección animal por el mal estado
en que se encuantran los caballos y la excesiva carga que se les impone.
Los
comerciantes manifiestan que están conscientes de que la práctica no es
adecuada y algunos expresan sus deseos de abandonarla, pero no cuentan
con los recursos para adquirir un vehículo, pues en la totalidad de los
casos no tienen acceso a la banca.
El dirigente catalogó la incautación de mercancía un acto delictivo que podría generar en actos de violencia.
Opiniones de los diferentes interesados
GABRIEL PIMENTEL
Dirigente gremial
“En
2007 se hizo un operativo en el que se incautaron 110 caballos y 78
carretas, de los que se recuperó el 90% y se conseguieron porque otras
personas los estaban vendiendo”.
LUIS ML. PERALTA
Carretero por 20 años
Reconoce
que el uso de caballos no es adecuado, pero dice que las autoridades
deben buscar una alternativa porque los vendedores no tienen otra forma
de subsistencia.
ROGELIO CRUZ
Sacerdote
Considera que lo
idóneo no es emitir una ley prohibitiva, sino buscar una solución
viable que no perjudique a los animales pero tampoco a los comerciantes,
cuyo único modo de subsistencia es la venta en caballos.
VIRGILIO ALMÁNZAR
Dirigente social
Señaló
que la legislación debió tomar en cuenta las necesidades de los
comerciantes y contemplar una alternativa. Catalogó la incautación de
mercancía un acto delictivo que podría generar actos de violencia.
JESÚS JIMÉNEZ
Carretero
“Exigimos
que si nos quitan los caballos que nos proporcionen guagüitas para
trabajar. En dos ocasiones me han quitado la mercancía e incluso los
guardias han intentado golpearnos cuando reclamamos”.
Fuente: Listin Diario 24/08/12
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