miércoles, 29 de agosto de 2012

15 de Septiembre: Día Internacional de Limpieza de Costas


Transparencia Internacional reclama buen uso de Fondo Verde para el Clima

Participación Ciudadana acogió con satisfacción la declaración de Transparencia Internacional, de instar al Consejo del Fondo Verde para el Clima a dar a los ciudadanos una voz mucho mayor en sus sesiones para pueda cumplir su objetivo de ser "transparente y responsable" en sus esfuerzos para proteger al planeta contra los efectos del cambio climático.
 
La declaración de Transparencia Internacional fue emitida en el marco del Proyecto “Fortalecimiento de la Transparencia, Responsabilidad e Integridad en la Gobernabilidad Financiera Climática”, que ejecuta junto esta organización y otros 5 capítulos: México, Perú, Bangladesh, Maldivas y Kenia.

Esta semana se estarán tomando las decisiones cruciales sobre la mejor forma de gestionar hasta 100 mil millones de dólares al año para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en la reunión inaugural del Consejo del Fondo Verde para el Clima en Ginebra, Suiza.
"Necesitamos un equilibrio entre la urgencia de lograr resultados y la diligencia exigida para proteger los recursos para el Cambio climático y garantizar su eficacia", declaró Lisa Ann Elges, Jefa de Financiamiento Climático de Transparencia Internacional.

Participación Ciudadana, al igual que Transparencia Internacional, entiende que los observadores de la sociedad civil al Fondo Verde para el Clima pueden aportar un conocimiento importante, experiencia e imparcialidad para ayudar a diseñar políticas que son fuertes y adaptadas a las necesidades de la gente.
En ese sentido, la propuesta actual permitirá a dos observadores de la sociedad civil que participen activamente en las reuniones del consejo - uno de un país desarrollado y otro de países en desarrollo - mientras que el resto de la sociedad civil tendrá que monitorear el proceso desde las líneas laterales. Esto representa un gran desafío para el logro de una participación significativa.

La transparencia, debe llevarse a cabo de manera más proactiva y en este orden se recomendó al Consejo del Fondo Verde para Clima, transmitir sus reuniones por la web, buscando, lo más posible, la celebración de debates abiertos, reuniones transparentes y la creación de canales para que la gente contribuya de manera más significativa a las actividades del fondo mediante el intercambio de información, conocimientos e ideas.

Fuente: Acento 24/08/12

Declaraciones del nuevo Ministro de Medio Ambiente

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales informó que ejecutará una política transparente y abierta a todos los sectores a fin de promover una nueva cultura de cercanía con la sociedad respecto al ambiente y los recursos naturales.
 
En ese sentido, el titular de esa cartera, doctor Bautista Rojas Gómez, informó que desde este lunes sostendrá una serie de reuniones que incluye a académicos, empresarios, comerciantes, autoridades educativas y municipales, organismos internacionales, ambientalistas y estudiantes, entre otros.
Consideró que el tema de la protección del medio ambiente y de los recursos naturales no puede asumirse con sectarismo ni ideas preconcebidas, sino en función de los verdaderos intereses de la República Dominicana.

Indicó que en las primeras horas de la mañana de este lunes se reunirá con el ex pelotero de Grandes Ligas, Stanley Javier, director ejecutivo del Fondo del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (FONDO MARENA), una organización creada para desarrollar y financiar proyectos a favor de los habitantes de las zonas rurales.

Este organismo debe ser reactivado, precisó, porque el mismo puede convertirse en un catalizador eficiente para canalizar inversión pública y privada, nacional e internacional, destinada al apoyo de una gestión ambiental estratégica que contribuya con el desarrollo sostenible del país.

Asimismo, informó que estarán en su despacho Julio Llibre, presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES); y Rafael Blanco, del Consorcio Dominicano de Competitividad Turística; la presidenta de la Fundación Propagás, Rosa Margarita Bonetti; Oscar Peña y Freddy Domínguez, presidente y vicepresidente de la empresa Claro-Codetel, respectivamente; Irene Horeis, Jefa de la Delegación Europea en la República Dominicana; y visitará el Centro de Estudios Movearte, que dirige el sacerdote Manuel Ruiz.

Agregó que el martes conversará con alcalde del municipio Santo Domingo Este, Juan de los Santos; y el rector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), con quienes también abordará temas relativos al medio ambiente y los recursos naturales.

Dijo estar plenamente convencido de que la forma más efectiva de preservar el medio ambiente y los recursos naturales es a través de la vinculación y el empoderamiento de todos los sectores de la vida nacional.

Afirmó que tiene conciencia de que sus responsabilidades al frente de la referida dependencia requerirán de mucha dedicación y esmero, “pero confiamos en hacer lo que nunca se ha hecho a favor de la protección del medio ambiente y de los recursos naturales de la República Dominicana”.

Fuente: Acento 26/08/12

¿Como resolver el problema de los residuos en Santo Domingo?

Diferentes instituciones intentan resolver el gran problema de la gestión de los residuos en la capital dominicana. la Mancomunidad reveló que en los próximos 45 días estará lista la redacción del Plan Maestro para el Gran Santo Domingo, mientras que la Red de Apoyo  Empresarial a la Protección Ambiental prepara un proyecto piloto de manejo de los residuos en la Zona Colonial.

  1. La Mancomunidad de Municipios del Gran Santo Domingo
El coordinador de la Mancomunidad de Municipios del Gran Santo Domingo, Onofre Rojas, dijo que constituye una prioridad para los gobiernos municipales buscar una solución a la recogida, transporte y disposición final de la basura.

Entrevistado en el matutino "El Bulevar con Pablo McKinney", el coordinador de la Mancomunidad reveló que en los próximos 45 días estará lista la redacción del Plan Maestro para el Gran Santo Domingo, en el que se prevé ubicar otro lugar para disponer la basura.

Rojas sostuvo que el tema prioritario es "resolver el gran problema de la ciudad: recogida, transporte y disposición final de los residuos sólidos".

Informó que aun persisten las dificultades para movilizar los camiones recolectores desde la ciudad de Santo Domingo hacia el vertedero Duquesa porque la carretera por la avenida que va al aeropuerto El Higüero no fue construida por el gobierno como se había comprometido el ex ministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa.

En cambio, explicó Rojas, Obras Públicas lo que hizo fue mejorar la carretera de Los Casabes, en la que con frecuencia hay incidentes y el flujo de camiones es lento.

"Conseguimos 750,000 dólares de Japón para preparar el Plan Maestro. Luego esperaríamos una gran asistencia de Japón para establecer un lugar adecuado para la disposición final de basura, más lugares de transferencia para agilizar el proceso", apuntó Rojas.

Agregó que habrá que hacer una concertación para obtener un financiamiento adecuado para poder hacer las seis o siete estaciones de transferencia.

"El Gran Santo Domingo tiene que proponerse solucionar ese problema. Igual la situación de los ríos y los barrios de Santo Domingo. El presidente Danilo Medina debe declarar de emergencia esos barrios y decidirlo por decreto", consideró Rojas.

Cuando se le preguntó si la situación que viven los barrios próximo a ríos corresponde al gobierno central o a los ayuntamientos, Rojas admitió que formalmente es de los ayuntamientos, pero apuntó que "el 37% de la población nacional está en Santo Domingo", por lo que eso tiene que encararlo el gobierno central.

Señaló que en todos los países de nivel medio y los desarrollados es común que tengan gobiernos municipales muy fuertes, porque "el gobierno local tiene una incidencia mayor en la vida de los ciudadanos".

La Mancomunidad está integrada por los cabildos de Santo Domingo Oeste, Este, Norte, Los Alcarrizos, Pantoja, Boca Chica, Pedro Brand, San Antonio de Guerra, y el Distrito Nacional. Participan otros tres cabildos de la Provincia San Cristóbal. (Fuente Diario Libre 29/08/12)

2.   Proyecto piloto en la Zona Colonial

La Zona Colonial será sede de un proyecto piloto para la mejora de desechos sólidos, que buscará cohesionar la ciudadanía del lugar y las personas dedicadas a recoger basura en la zona.

 El anuncio fue hecho ayer por Roberto Herrera, presidente de la Red de Apoyo  Empresarial a la Protección Ambiental (Eco Red), quien dijo que el programa se desarrollará en los próximos meses e indicó además, que la iniciativa es financiada en su mayoría con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Inclusión de los buzos al proyecto

La primera fase de plan piloto consiste en una etapa de educación casa por casa para instruir a los ciudadanos en la clasificación de los residuos y luego, la fase dos, en la entrega de equipos a los buzos para que puedan recoger las basuras clasificadas y luego las depositen en los centros de acopio. 

El proyecto piloto en la Zona Colonial es uno de los pasos del programa de transferencia de conocimiento de la ONG Ciudad Saludable  a Eco Red y tiene un costo aproximado de US$180,000. Esta iniciativa fue antes desarrollado en Perú por Albania Ruiz,  y con ella se busca enfrentar la problemática del manejo de residuos sólidos, ya que por ejemplo en el país sudamericano más de 108  mil familias viven de esta actividad económica.

Las declaraciones tanto del presidente de la Eco Red como de la experta fueron ofrecidas ayer durante la conferencia que dictó Ruiz Ríos en el hotel Jaragua,   cuyo tema fue los retos que enfrenta el país en la gestión integral de residuos.  La presencia de la experta es parte de un convenio entre Eco Red y Ciudad Saludable. 

Ruiz señaló que el país necesita una ley general que incorpore a los buzos y que, además, en ella se determine qué hacer con los residuos de los centros de salud, con los mineros y con los producidos por las embarcaciones.

Reutilización de los recursos

USO REAL: Según el presidente de Eco Red un 75% de los productos que reciben los vertederos pueden ser reutilizados de alguna forma, mientras que solo el 25% sí está destinado a ser desechado. La cultura dominicana, dijo, es muy dada a reutilizar los recursos que posee. Esto por un concepto de ahorro.

ENTIDAD: Eco Red está formada por 68 empresas. Según un comunicado, es la única organización dominicana que reúne el sector empresarial en torno al cuidado del medioambiente en el país. (Listin Diario 29/08/12)

La siembra de un árbol: requisito de graduación en la UASD

La siembra de un árbol será nuevamente un requisito de graduación para los estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), por disposición del rector Mateo Aquino Febrillet.

La medida entrará en vigor a partir del mes de octubre y los operativos de siembras de árboles se desarrollarán, tanto en los campus de la institución como en los bosques del país.
En una circular dirigida al estudiantado, el vicerrector de Extensión, maestro Francisco Terrero Galarza, indicó que de esa forma la universidad estatal cumple con su compromiso de contribuir con el fortalecimiento y preservación del medio ambiente.

Terrero Galarza enfatizó que con esa medida se contribuye “con la preservación de los bosques, de nuestra madre naturaleza, en procura de un ambiente sano que nos garantice la vida”.
La vicerrectoría de Extensión tiene la responsabilidad de coordinar los operativos de siembras, que se iniciarán a partir del próximo mes de octubre, por lo que el vicerrector invitó al estudiantado a registrar su disponibilidad en esas oficinas.

El funcionario aseguró que dada la importancia de esta labor social, que además es un requisito de graduación, se ha elaborado el programa de reforestación, a fin de garantizar que la certificación que reciba el estudiante reúna el valor institucional requerido. 

Fuente: Listin Diario 29/08/12

viernes, 24 de agosto de 2012

Enfoque: Contaminación del Río Ozama

La basura, los químicos y las aguas residuales se están comiendo vivo al principal río de Santo Domingo. A sus orillas, cinco fundaciones comunitarias han dedicado los últimos años a limpiar sus barrios y el afluente que los riega. Apoyadas por el gobierno local, incentivadas por empresas privadas e impulsadas por un modelo sostenible, han venido a mostrarnos, con su ejemplo, que un Ozama limpio es posible.

Emmanuel Brahn tiene nueve años, una figura menuda y una sonrisa pícara. En sus pies descalzos arrastra la suciedad de la calle, por donde deambula apenas se levanta hasta que le entra el hambre. Lleva un saco más grande que él mismo, en el cual va depositando cada botella plástica que se le cruza en el camino. 

—Mi mamá trabaja en la fundación, barre por las calles. Ella me dijo: “Emmanuel, busca una mochila pa´ buscar pote”. Esa tarde llené namás un saquito. Al otro día llené cuatro. 

La fundación de la que habla el niño es Fundsazurza, un conglomerado de asociaciones comunitarias devenido en la fuerza de la limpieza en el barrio La Zurza, a orillas del río Isabela, uno de los principales afluentes del Ozama. Encargada de la recolección de basura, la organización genera unos 210 empleos vecinales en una zona donde reina la pobreza. Cuenta también con el apoyo espontáneo de voluntarios que, como Emmanuel, recolectan en su tiempo libre el material reciclable que encuentran entre los estrechos callejones de la comunidad. 

—Cuando veo un pote lo recojo. Voy de aquí hasta allá, al final del mercado. No es fácil porque también hay otras personas buscando –explica el niño. En tres días ha llenado 12 fundas de 50 galones cada una. Es una de las últimas iniciativas a la que ha adherido la fundación: la separación de plásticos, cartones y papeles para su venta para reciclaje.  

Al igual que las otras cuatro organizaciones que operan en los contornos fluviales del Distrito Nacional, Fundsazurza empezó a constituirse como tal cuando en 2002 la Unión Europea junto al Gobierno dominicano dispusieron fondos para implementar el Programa de Saneamiento Ambiental en los Barrios Marginales de Santo Domingo (Sabamar). 

Durante seis años, el programa invirtió un total de 1,163 millones de pesos en 16 sectores vulnerables, la mayoría en la ribera del Ozama. El foco estuvo puesto en obras de saneamiento de cañadas, drenaje pluvial, suministro de agua potable y transferencia de desechos sólidos. De esta iniciativa surgieron ocho fundaciones comunitarias que se encargarían de recolectar la basura, capacitadas por el mismo programa. De ellas, subsisten cinco. 

De vertedero a parquecito
 
Hay amarillos, rojos, verdes y azules. El parquecito Bonavides, en el sector Los Guandules del barrio Domingo Savio, es un arcoíris de 40 metros cuadrados de espacio cementado. Su presencia es un respiro visual entre la aglomeración de latas de zinc oxidado que los vecinos llaman casas. 

—Costó solo 95 mil pesos y en su construcción involucramos a los mismos moradores y los vecinos del área -cuenta orgulloso Yobanny de Jesús Guzmán, encargado de relaciones públicas de Fucosagucigua27, la fundación que cubre los sectores de los Guandules, Guachupita, La Ciénaga y 27 de Febrero.

Los fondos salieron directamente de la basura. El Ayuntamiento del Distrito Nacional paga a cada fundación 25 dólares por tonelada recolectada, que incluye también funciones como el barrido de las calles. Los residuos son pesados en la estación de transferencia de Villa Agrícola –levantada, también, gracias a Sabamar-, tras lo cual la autoridad los traslada al vertedero de Duquesa.  

Las ganancias de cada fundación, por ley, deben ser reinvertidas en la sociedad. Esto ha permitido que las comunidades del sector reciban charlas educativas, operativos médicos, servicios de fumigación, talleres de reciclaje y ayuda a las personas mayores, entre otros beneficios. Algunas obras menores de infraestructura, como el parquecito en cuestión, también son financiadas gracias a este sistema y son altamente valoradas por los vecinos:

—Los fines de semana uno se sienta ahí, está mucho mejor –comenta Miriam Montero (29 años), madre de tres niños-. Porque antes echaban mucha basura y se contaminaba y hedía mucho. 

Hasta 2010, el sitial del parquecito Bonavides estuvo formado por dos grandes hoyos en el suelo por donde se vislumbraba la cañada del mismo nombre. Eran agujeros que los vecinos habían perforado para lanzar sus desechos, y que en 2007 le costó la vida a un niño de seis años cuando la cañada, obstruida, se desbordó.
Los números de la basura
 
De las cinco fundaciones que todavía operan como recolectoras de basura, las cinco pertenecen al Distrito Nacional: Fundsaco, que opera en las áreas de 24 de Abril, Simón Bolívar, Gualey y Las Cañitas; Escoba, en Capotillo; Fundemapu, en el sector La Puya de Arroyo Hondo; y Fucosaguscigua27 y Fundsazurza, estas últimas las que más empleo generan y basura recogen.
 
Entre todas, recolectan anualmente unas 142 mil toneladas de desechos. 
—El mayor éxito de las fundaciones comunitarias es la ganancia ambiental –dice José Miguel Martínez, secretario de gestión ambiental y riesgo del Ayuntamiento del Distrito Nacional. Conoce a fondo el programa, porque durante años fue el encargado de darle seguimiento-. Por toda esa basura que ya no llega al río.
No hay una medición que permita valorar en cifras el real impacto de la iniciativa. Las estadísticas levantadas para el Censo de 2002 evidencian que, efectivamente, los barrios con mayores problemas de cañadas contaminadas, basura, y aguas estancadas son aquellas que bordean los ríos Isabela y Ozama: 
Para esa fecha, un 40% de las viviendas de La Zurza y un 42% de las de Gualey estaban afectadas por las cañadas. Del otro lado del río, la situación más grave era la basura. En El Tamarindo, un 63% de los hogares sufría con este tema, un 51% en el Cachón de La Rubia, un 34% en Los Mina Norte, y un 39% en Los Tres Brazos. Como referencia se puede citar a Bella Vista, en el otro lado de la ciudad: apenas un 1% de las viviendas estaba afectada con las cañadas, y un 15%, con la basura.
¿Cuál es la situación actual? Hasta que las estadísticas barriales del Censo 2010 no estén disponibles, no hay cómo comparar. Las cifras que se manejan en el Distrito Nacional hablan de la recolección de basura: las fundaciones recogen una de cada cinco fundas producidas en el municipio, y eso que no alcanzan a cubrir el 10% del territorio del mismo. 
El beneficio es para todos: en total, las fundaciones generan 524 empleos en sus comunidades, y el ayuntamiento se ahorra 4 dólares por tonelada de basura trasladada a Duquesa, en comparación al costo de las empresas subcontratistas que operan en otros sectores del municipio.

Un festín de microbios
 
Antonio Martínez (36 años) vive en La Ciénaga baja, a dos pasos del Ozama. Padre de siete, cuenta que para el brote de cólera, a finales del 2010, él, su señora y sus hijos enfermaron. 

—Nos llenamos de cólera toditos –gesticula para abarcar con su brazo las tres casas de lata que se sostienen en la cercanía.

En aquel entonces, se detectó que la enfermedad se había originado en El Tamarindo –un barrio colindante al Ozama en Santo Domingo Este-, donde las heces contaminadas de algunos moradores habían ido a dar al torrente. 

A pesar de la existencia de plantas de tratamiento de aguas residuales, los habitantes próximos al río vierten sus desechos directamente a las cañadas. Al haberse asentado en la zona de manera espontánea y sin planificación urbana, no cuentan con un sistema de alcantarillado que permita otra opción. 

El problema, explica Fernando Wance, médico epidemiólogo y director de salud de Santo Domingo Este, es que la situación se agrava con la basura que va a dar al río. Las heces se mantienen a flote en la proximidad de la ribera, debido al empaste producido por botellas, aceites y químicos.

—Todo eso se aposa en la superficie, reduce el caudal del río en las orillas y acumula los residuos y la contaminación -dice. 

La mezcla se transforma en un caldo de cultivo de microrganismos. Salmonella, amebiasis, fiebre tifoidea, diarreas, hongos y tiña son solo algunas de las enfermedades que nacen de este engrudo. 
 
—Vive una llena de rasquiñas –se queja Juana Peralta (61 años), vecina de La Ciénaga baja-. Y cuando quemaban la basura, se le llenaban los pulmones a una. Ahora está mejor, casi no queman, porque hay más facilidad: vienen los camiones a recoger la basura y una les entrega su fundita. 

Los camiones, explica, antes no llegaban. No sabe que la mejoría se debe al sistema implementado a través de las fundaciones, que cuentan con una flota variada de vehículos para la recolección –una parte donada por Sabamar, otra, adquirida por las mismas organizaciones, y otro tanto alquilado o subcontratado a vecinos de cada sector-. Se trabaja al detalle: donde nunca antes se accedió por la estrechez de los callejones, ahora se llega con carretillas al compás de un megáfono que clama a los vecinos “¡la basura, la basura!”.
 
Al otro lado del río
 
Las fundaciones fuera del Distrito Nacional han tenido un destino ingrato. La única iniciativa en Santo Domingo Oeste, en el Café de Herrera, se disolvió. En Santo Domingo Este, la fundación que operaba en los Tres Brazos dejó de existir. La que recolectaba basura en Los Mina Norte –Fundaproreba- vio interrumpido su acuerdo con el ayuntamiento cuando asumió el nuevo síndico en 2006. 
—El trabajo se descontinuó al tomar posesión Juan de Los Santos. Él no quiso continuar –asegura Alejandro Mañán Castro, gerente ejecutivo de Fundaproreba. 
Sin los ingresos de la basura, el alcance de la fundación se ha visto reducido, pero no eliminado.
—Hacemos trabajo de educación y orientación con las comunidades –dice Nelis Polanco, miembro del consejo de la organización, mientras camina por el borde de la Cañada José Feliú, en Los Mina Norte-. Damos charlas de salud, educación y medio ambiente. 
Fundas plásticas, restos de comida y retazos de tela se aglomeran en la cañada. Dos o tres gallinas de plumaje intermitente exploran los restos. El cuerpo de un pollo descabezado estancado en el agua oscura ha atraído insectos voladores, que completan el panorama. 
Es un buen día para la cañada, dicen los vecinos: “Hoy está limpia porque las lluvias arrastraron todo”.
El destino de ese arrastre es el río.

Las brigadas
 
¿Por qué, si la iniciativa comunitaria ha resultado tan exitosa en el Distrito Nacional, se descontinuó la experiencia en el lado Este del río?

—Cuando entró la gestión del alcalde en 2006, ya esas empresas no estaban funcionando como empresa comunitaria. Por eso no siguieron. Tal vez en ese momento no dieron resultado o no hicieron una buena planificación, pero si hubieran seguido estarían funcionando correctamente –es la respuesta que dan en el Ayuntamiento de Santo Domingo Este. 

Para acceder a los estrechos laberintos de los asentamientos de la ribera, el gobierno local ha instalado un sistema de brigadas comunitarias. Hay cinco de ellas, una para cada sector colindante al Ozama. Cada una cuenta con entre ocho y veinte miembros empleados por el municipio para la recolección de basura.

—Esas brigadas están ahí todos los días. Aparte de su trabajo, hacen contacto con los vecinos para que no tiren sus desechos al río –explica Rafael Encarnación Montero, encargado de gestión ambiental y recursos naturales del ayuntamiento. 

Flérida López, coordinadora del consejo ejecutivo de Fundaproreba, no está de acuerdo:

—Aquí no hay una ruta ni una frecuencia de recolección como la que teníamos nosotros -asegura. 

Cuando estaba la fundación se recogía mejor la basura, porque no se aglomeraba –concuerda Eridania Rosario, presidenta de la junta de vecinos del sector La Barquita, en Los Mina Norte. Es uno de los sectores más contaminados-. El ayuntamiento tiene una brigada, pero no da abasto. El camión viene una vez a la semana, y si se llena, la basura que se quedó, se quedó. Antes era lo contrario: si [los de la fundación] tenían que dar tres viajes, daban tres viajes. Uno no tenía tiempo de tener la rumba de basura. 

Mucho por hacer
 
—Se me murió un niño hace seis años. Se llamaba Alexander, le faltaban dos meses para cumplir 14 años. Él se metía a la cañada cuando llovía, o la cañada se metía a la casa y había que salir juyendo. Le entró un dolor y se puso como amarillo, en dos días se me puso flaco y le daba mucho vómito. Cuando lo llevé al hospital, la doctora me dijo que tenía un parásito que le había comido el intestino. Lo cogió ahí mismo, en la cañada. Duró ocho días. 

Ramona Rosario (44 años) cuenta con resignación mecánica la historia de su hijo, fallecido por leptospirosis. Una vida entera frente al tramo final de la Cañada Bonavides, en el sector Los Guandules del barrio Domingo Savio, la ha hecho testigo y protagonista de la tragedia. Sabe que las aguas contaminadas afectan la salud, pero sabe también que las obras de saneamiento, como el revestimiento de la cañada, conllevan un alto costo que la fundación de su sector no puede cubrir.

De allá arriba
 
Parece la piel de un elefante. Áspera, verrugosa, cementada, es el agua estancada a la salida de la Cañada del Diablo, en La Zurza. Es una costra donde los desechos –fundas, botellas- se incrustan sin posibilidad de hundirse. El olor es nauseabundo.

—Aquí desembocan los desperdicios de todas las industrias –explica Nicolás Mendoza, encargado de planificación de Fundsazurza-. Esta cañada recoge todas las aguas que vienen por la Máximo Gómez, las del Mercado Nuevo, las del Hospital Moscoso Puello, de toda la parte alta de la capital. 

Al frente, más al otro lado del río, las aguas están negras y pulposas. Tres buques varados, con permiso ambiental para desguazar, vierten sus metales y aceites al río durante el proceso.  

Lo que no se desecha adecuadamente en la ciudad va a dar al Ozama. Es la ley de gravedad, cuyo peso recae en los sectores más pobres. En estos barrios, la producción de basura se calcula en torno a 0.91 kilos por persona. En el casco urbano de la capital, como Naco, por ejemplo, se producen 1.2 kilos por habitante. 

Las fundaciones se esmeran por educar a sus comunidades. Que no usen la cañada como vertedero, que reciclen, que cuiden el ambiente. Los resultados se oyen cuando algún vecino, como Rosa Frías (72 años), asegura que echa la basura en una funda, a la espera del camión: “No la tiro al río porque sé que hace daño”. Con las industrias y habitantes que viven lejos del agua, la tarea es más difícil:

—De allá arriba tiran de todo, cosas malas, todos los desperdicios. Esos malos olores nos están acabando –dice Elías Montero (57 años), del sector Las Latas de Los Mina Norte. Y se rasca una aureola desteñida y granulosa en su brazo izquierdo. 

La suma que hace la resta
 
La pequeña lancha que se desliza a contracorriente por el río Ozama lleva a cuestas un equipo diverso: en ella va personal de la Marina de Guerra, representantes del Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (Cedaf), y dirigentes estudiantiles. 

La misión: detectar los sitios más contaminados para incluirlos en el plan de ruta de la jornada de limpieza de playas que se realizará este año el 15 de septiembre. 

El programa de Sabamar ha generado una cadena de personas interesadas en recuperar el río. Ginny Heinsen, directora de relaciones corporativas y programas 3Rs de Cedaf, conoció el trabajo de las fundaciones en 2010 cuando coordinaba un concurso de reciclaje en las escuelas del sector. Desde entonces se ha visto involucrada con las comunidades de la ribera, y hoy aglutina a actores tan variados como la Marina de Guerra, empresarios privados y la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) en un proyecto que busca levantar un Punto Limpio en la Zurza: una zona para la separación de residuos y su posterior venta para reciclaje. 

Esta iniciativa no es la única. De a poco, las personas se van acercando para cooperar:

—Yo estoy viendo los pequeños esfuerzos de cada quien, que a cada rato nos solicitan más proyectos. Lo que está pasando en este río es como nuestra sangre: si tienes la sangre de un brazo dañado, es el cuerpo entero. Y este es un trabajo tan titánico que no es para una sola persona.
 
Fuente: Diario Libre 24/08/12, por M.Ramírez Mac-Lean.

Jornada de Reforestación en Haina

El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales encabezó ayer la plantación de 10 mil árboles de diferentes especies en la cuenca del río Haina, con lo que dio inicio el plan de reforestación que se llevará a cabo durante lo que resta del año donde se sembrarán alrededor de  cuatro millones de árboles.

 Bautista Rojas Gómez exhortó a toda la población y los diferentes sectores de la sociedad, así como instituciones públicas y privadas, escuelas, colegios, empresas y universidades, a participar de manera entusiasta en la jornada.
Consideró necesario “erradicar el analfabetismo ambiental” y contribuir a la construcción de una cultura que coloque la protección de los recursos naturales en la agenda pública nacional.

El funcionario hizo los planteamientos en el acto de inicio de la campaña nacional de reforestación en el Parque Mirador del Oeste, en el municipio Haina, que procura plantar cuatro millones de árboles en lo que resta del año.
Explicó que en la referida cuenca son plantadas especies que incluyen cedro, mara, caoba criolla, baitoa, quiebrahacha y mamey, entre otros.

Indicó que similar iniciativa de reforestación se ejecutará en las 23 principales cuencas y subcuencas hidrográficas diseminadas e identificadas por toda la geografía nacional, con la finalidad de contribuir al fortalecimiento de una cultura de reforestación en la población.
Destacó la importancia de este tipo de jornada, ya que es parte de un tema estratégico de gran impacto económico y social, que asumen como prioridad las autoridades ambientales. 

Fuente: Listin Diario 24/08/12