jueves, 21 de abril de 2011

Graves fallas de las plantas de aguas residuales en el Sur

En las ciudades de la región Sur, una gran parte de las plantas de aguas residuales están fuera de servicio, la mayoría colapsaron hace más de 15 años. Esta situación concierna San Cristóbal, Azua y Baní, y incluso se extiende hasta Neiba, Barahona, San José de Ocoa, Pedernales y Jimaní.
Los sistemas de aguas servidas se descargan directamente en ríos, lagunas y zonas agrícolas, situación que puede causar contaminaciones de los suelos y aguas subterráneas segú los técnicos ambientales de la zona.

En San Cristóbal, la planta construida en 1977, y con más de 15 años fuera de servicio, está considerada como la mayor fuente de contaminación de la provincia.

En Baní el caso es muy preocupante,  como lo explicó Alexis Agramonte, técnico del Departamento de Salud Ambiental del Ministerio de Salud Pública, esta planta colapsó hace más de 20 años, y sus aguas, desde entonces, van a parar próximo al río Baní, hacia su ribera sur en una zona de pastizales agrícolas y de alta densidad poblacional, como son los vecindarios de Santa Rosa, Corbanal, Mata Gorda y otras localidades.

Esta situación provoca la contaminación de las aguas del río, cuyo cauce desemboca al Mar Caribe a una distancia de algo más de siete kilómetros, pero en su trayecto cruza por más de una veintena de comunidades cuyas fuentes de aguas dependen de este acuífero. Afirmó que “ esta situación es un foco directo de contaminación de las aguas subterráneas del lugar, así como de suelos de vocación agrícola”.

En cuanto a este problema, Edwin Mercedes, encargado del departamento de Operaciones del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), explicó que ciertamente la planta está fuera de funcionamiento porque sus equipos mecánicos y electrónicos se dañaron “hace tiempo” y no se han podido reparar. Y el técnico precisó que los “motores, aspas de aireación y los generadores de bacteria para descomponer los elementos sólidos, biológicos y otros que depositan aquí las redes del drenaje cloacal, ya no funcionan hace mas de 15 años”.
 
 Igualmente en las plantas de ciudades sureñas: Jimaní Jimaní, Neiba, Azua, Ocoa, Barahona y Pedernales se registran daños en los equipos de bombeo, de cloración, filtros, difusores de aire, equipamiento mecánico y electromecánico, sedimentadores y otros. 

El subdirector de Operaciones del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), Dionisio Ayala, reconoció que es una situación sumamente delicada y que compromete seriamente la salud medioambiental y de los núcleos humanos que conviven en estos lugares, y reconoció que  “son sistemas cuya reparación es altamente costosa para el Estado dominicano”.
En mismo tiempo,  aseguró que la ciudad de San Juan de la Maguana tiene en funcionamiento de forma regular su sistema de alcantarillado, junto con su planta cloacal.
Sin embargo, explicó que esta institución tiene en proyecto realizar importantes inversiones en esta área para rehabilitar unos nueve sistemas en la región.
Otro problema que tiene que afrontar el INAPA es el crecimiento de la población que se materializa por la construcción de  nuevos barrios que deben incorporar al sistema de alcantarillado cada año, así como realizar los programas de asfaltado del gobierno, la  construcción de nuevas calles y el soterramiento de nuevas tuberías. Aseguró que “asumir los costos de estos trabajos sobrepasa el presupuesto fijo que tiene asignado la institución”.
El director del INAPA, Mariano Germán, que afirmó conoce el problema del destino final de las aguas residuales y trabaja en proyectos y planes encaminados a dar soluciones definitivas, y es una prioridad para está institución.

Fuente: Periódico Listin Diario 20/04/11

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